Moneda británica de un soberano en oro, año 1913. El reverso (izquierda) muestra a San Jorge cabalgando y venciendo al dragón, y el anverso (derecha) el retrato del rey Jorge V. La moneda de un soberano (equivalente a 1 libra esterlina) es una clásica pieza de oro del Reino Unido. El ejemplar de 1913 fue acuñado bajo el reinado de Jorge V y presenta el icónico diseño de San Jorge y el dragón en el reverso. A continuación se detalla una ficha técnica y descriptiva de esta moneda, con explicaciones accesibles para el público general.
Emisor
Reino Unido – Moneda emitida por la Royal Mint (Casa de Moneda Real británica) durante el reinado del rey Jorge V (1910–1936). Formaba parte del sistema monetario oficial británico en la era del patrón oro, con valor facial de 1 libra esterlina (one sovereign) de curso legal.
Año
1913. Corresponde a una emisión de comienzos del reinado de Jorge V (quien ascendió al trono en 1910). Este año resulta histórico por ser el último antes de la Primera Guerra Mundial; los soberanos de 1913 fueron de las últimas monedas de oro que circularon ampliamente antes de que el conflicto interrumpiera el patrón oro clásico.
Metal
Oro de 22 quilates (91,67% de pureza). Es una aleación de oro con pequeña proporción de cobre, usada para dar mayor dureza y resistencia al desgaste de la moneda sin comprometer su alto contenido de oro fino. Esta aleación (conocida como “crown gold”) ha sido el estándar tradicional de los soberanos desde el siglo XIX.
Peso
7,98 gramos en total, de los cuales aproximadamente 7,32 g son oro puro. Este era el peso estándar histórico de los soberanos británicos (equivalente a 0,2354 onzas troy), establecido desde 1817 y mantenido con gran precisión por la Royal Mint.
Diámetro
22,05 mm (milímetros). El grosor es cercano a 1,5 mm. Se trata de una moneda circular de tamaño relativamente pequeño, pero con un alto valor intrínseco por su contenido en oro. Las dimensiones se mantuvieron constantes para todos los soberanos de oro emitidos en esta época.
Diseño (anverso)
Retrato del rey Jorge V, sin corona, mirando hacia la izquierda. Esta efigie real fue diseñada por el escultor australiano Sir Edgar Bertram Mackennal, cuyas iniciales “B.M.” aparecen sobre el corte del cuello del busto. El monarca se muestra con bigote y expresión seria, en un estilo clásico y sobrio acorde a la tradición numismática británica de la época. Alrededor del retrato figura la leyenda latina “GEORGIVS V D.G. BRITT: OMN: REX F.D. IND: IMP:”, abreviatura de Georgius V Dei Gratia Britanniarum Omnium Rex, Fidei Defensor, Indiae Imperator. En español, esta inscripción se traduce como “Jorge V, por la Gracia de Dios, Rey de todas las Britanias, Defensor de la Fe, Emperador de la India”, títulos oficiales que reflejan la dignidad del monarca en 1913.
Diseño (reverso)
San Jorge venciendo al dragón, fecha y marca. El reverso exhibe la icónica escena ecuestre de San Jorge (santo patrón de Inglaterra) en armadura y capa, montado a caballo y matando al dragón con su espada. Este diseño clásico fue creado por el grabador italiano Benedetto Pistrucci en 1817 y se ha mantenido como emblema permanente de los soberanos británicos desde entonces. Debajo de la imagen, en el exergo (franja inferior), figura el año de acuñación “1913” y las iniciales “B.P.” del diseñador Pistrucci. La composición transmite un poderoso simbolismo: San Jorge representa el triunfo del bien sobre el mal al derrotar al dragón, imagen alegórica de la valentía y la protección del pueblo. Este motivo heráldico, profundamente arraigado en la cultura británica, realza el carácter tradicional de la moneda.
Ceca de acuñación y marcas
La moneda de 1 soberano de 1913 fue acuñada en varias cecas (casas de moneda) del Imperio Británico, cada una identificada por una letra marca. La Royal Mint de Londres produjo monedas sin marca de ceca visible (acuñación “británica” oficial). Adicionalmente, en 1913 se fabricaron soberanos en otras cecas imperiales, con las siguientes marcas en el exergo del reverso:
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“C” – Ottawa, Canadá (Canadian Mint, período 1911–1919)
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“M” – Melbourne, Australia (Mint de Melbourne, 1911–1931)
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“P” – Perth, Australia (Mint de Perth, 1911–1931)
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“S” – Sydney, Australia (Mint de Sydney, 1911–1926)
Estas letras se sitúan en el suelo bajo el caballo (justo debajo de la pezuña trasera derecha) en la escena de San Jorge. Un soberano de 1913 sin letra corresponde a Londres, mientras que, por ejemplo, una moneda con marca “M” indicaría acuñación en Melbourne. (En 1913 no hubo acuñaciones en la India ni Sudáfrica; esas cecas produjeron soberanos en años posteriores, como Bombay solo en 1918 y Pretoria desde 1923).
Historia y contexto del periodo
El soberano de oro de 1913 se emitió en un contexto histórico crucial. A nivel monetario, formaba parte de las últimas emisiones del patrón oro clásico: 1913 fue el último año completo de paz antes de que estallara la Primera Guerra Mundial en 1914, conflicto que cambió radicalmente el sistema financiero mundial. De hecho, “1913 vio los últimos soberanos antes de que el mundo conociera los horrores de la guerra total”, y tras la contienda estos ya no volvieron a circular como moneda cotidiana, cerrando así una tradición que se remontaba a 1489.
En el Reino Unido, el año 1913 transcurrió bajo el reinado de Jorge V con el primer ministro Herbert H. Asquith al frente del gobierno. Fue una época de esplendor imperial y avances industriales (por ejemplo, en 1913 el ingeniero Harry Brearley inventó el acero inoxidable en Sheffield). Sin embargo, también estuvo marcado por tensiones sociales: especialmente la lucha del movimiento sufragista por el voto femenino. En junio de 1913 ocurrió un hecho conmocionante cuando la activista Emily Davison se sacrificó arrojándose frente al caballo del rey en el Derby de Epsom, convirtiéndose en mártir de la causa por la emancipación femenina. Asimismo, la líder sufragista Emmeline Pankhurst fue encarcelada ese año y posteriormente pronunció su famoso discurso “Libertad o Muerte”, mostrando la determinación del movimiento. Estos acontecimientos contextualizan la moneda: acuñada en una Gran Bretaña de preguerra, orgullosa de su monarca y sus símbolos (como San Jorge), pero a punto de entrar en una era de grandes cambios históricos.
Características del diseño y autoría artística
El arte y diseño de la moneda combinan tradición y calidad técnica. En el anverso, el retrato de Jorge V realizado por Bertram Mackennal sigue un estilo neoclásico: el monarca aparece sin corona, con una apariencia realista y digna, continuando la línea de sobriedad del retrato de su padre Eduardo VII. Mackennal, reconocido escultor, logró plasmar la imagen regia con gran detalle (nótese el bigote y la definición del perfil), y dejó sus iniciales “B.M.” discretamente en la base del cuello, señal de su autoría. Esta efigie fue de hecho el primer retrato oficial de Jorge V en las monedas, utilizado desde 1911, reforzando la idea de continuidad dinástica en la numismática británica.
Por su parte, el reverso creado por Benedetto Pistrucci es considerado una obra maestra emblemática. El diseño de San Jorge y el dragón data de 1817 y se ha mantenido prácticamente inalterado en los soberanos a lo largo de más de un siglo. Pistrucci, un grabador italiano de la época de la Regencia, concibió esta escena inspirada en la leyenda del santo guerrero, dotándola de dinamismo y equilibrio clásico. Sus iniciales “B.P.” aparecen cerca de la fecha como testimonio de su aporte artístico. La composición es rica en simbolismo: San Jorge representaba para la Inglaterra victoriana y eduardiana un símbolo nacional de fortaleza y virtud. Al figurar en la moneda, evocaba valores como el coraje y la justicia, al tiempo que recordaba la herencia cultural (San Jorge es el patrón de Inglaterra desde la Edad Media). El dragón derrotado, por su parte, puede interpretarse como las fuerzas del mal o la adversidad vencidas gracias al valor. Este mensaje alegórico, unido a la excelencia técnica de la acuñación (obsérvese el relieve detallado del caballo, el santo y el dragón), confiere a la moneda un carácter respetuoso con la tradición histórica y a la vez comprensible para el público de entonces y de ahora. En conjunto, el soberano de 1913 destaca por la armonía entre su función monetaria y su calidad artística, convirtiéndose en un pequeño pero significativo testimonio de la época de Jorge V.